Una mujer transgénero desató debate tras denunciar que un ginecólogo se negó a atenderla por ser una paciente trans.
Jessica Yaniv, ahora conocida como Jessica Simpson, es una activista canadiense que en 2018 ya había estado en el centro de la controversia al presentar múltiples denuncias de derechos humanos contra esteticistas que se negaron a ofrecerle servicios íntimos, argumentando no estar capacitadas para tratar anatomía masculina.
En este nuevo caso, Simpson publicó en redes sociales que una clínica ginecológica le habría dicho: “No atendemos a personas transgénero”. A raíz de esto, cuestionó públicamente si ese tipo de rechazo era legal o iba en contra de los protocolos médicos.
Mientras algunos especialistas señalan que los ginecólogos están formados para trabajar con anatomía femenina y que no todos están capacitados para atender cuerpos trans, otros opinan que toda persona merece atención médica digna y sin discriminación.
Simpson ha protagonizado varias disputas legales que han dividido la opinión pública. Para algunos, es una defensora de los derechos trans; para otros, su enfoque ha generado conflictos innecesarios, especialmente con profesionales independientes y pequeños negocios.
El caso vuelve a plantear una discusión profunda: ¿deben ajustarse los servicios médicos a la identidad de género o mantenerse según la formación clínica tradicional?